martes, 1 de marzo de 2011

MEDIA MARATON DE LA LATINA.

El domingo a las siete tocó levantarse para desayunar pronto y salir hacia Aluche, donde iba a correr la media maratón de la Latina.

Desde el 31 de diciembre no corría ninguna carrera. Ahora mismo estoy en pleno entrenamiento para el maratón. La verdad es que hecho mucho de menos el ir a más carreras, ya que me encanta el ambiente y las sensación de  ponerte un dorsal,esperar a que den la salida y hacer todo el recorrido entre gente corriendo y animando.

A las ocho y media llegamos a la plaza de Aluche, donde había que recoger el chip y el dorsal, ya se veía un gran ambiente de carrera, ya que se habían agotado los 3.000 dorsales puestos a la venta.

Tras recoger y colocarme mi dorsal, nos fuimos hacia la zona de la salida, donde habíamos quedado con la familia de Rebeca porque viven justo en esa zona.

Aunque apenas faltaban veinte minutos para que dieran la salida,  no se veía mucha gente, así que me puse todos los cacharros y empecé a calentar en dirección contraria a la salida.

Según se acercaba la hora de la salida, la cosa se fue animando y  los corredores iban llegando.
Fue ese el momento en el que decidí  colocarme en la linea de salida, para no salir tan retrasado como acostumbramos a hacer.

Así que sin darme casi  cuenta, me vi colocado por primera vez en mi vida en primera linea de salida, preparado para las fotos de la prensa, je je je,. Cuando faltaban unos minutos para la salida, la organización colocó a mi izquierda a los favoritos para la victoria de la carrera, así que tuve a mi lado a varios moritos y a los que optarían a la victoria, incluyendo a las mujeres.

Mi chica por desgracia me había dejado solo, ya que tuvo una pequeña lesión por culpa de la maquina de fortalecer piernas, así que a última hora decidí  correrla lo más fuerte posible, sobre todo quería hacer el primer diez mil  a tope.
Me encontré con Raul del Club de Atletismo, que quería hacer una hora treinta minutos y me preguntó que tiempo iba yo  a hacer, al que contesté que en principio intentaría acercarme a la hora cuarenta, pero que vería según fuese la carrera.




A las nueve y media dieron la salida y comencé a tirar en el grupo de los de cabeza, je je je, fue curioso ver como se empezaron  a alejar pero no muy deprisa, ya que el primer kilómetro lo pase en 3´45 y fue donde decidí bajar el ritmo si quería terminar la carrera así que dejé que se alejara el coche del  cronometro y sus perseguidores. 
El segundo kilómetro lo pasé en 7´45  y los siguientes mantuve el ritmo a 4´,  hasta que en los kilómetros 8 y 9 debido a alguna cuesta, perdí algunos segundos y en el  km10 situado  en la casa de campo, paré el tiempo en 41 minutos. En principio mi objetivo estaba cumplido.
Ahora intentaría llegar lo mejor posible a la meta y a ser posible marcando un  buen tiempo, ya que en estas últimas semanas no he entrenado a tope.


Correr por la Casa de Campo es una de las cosas que me encanta, así que disfruté de los kilómetros que transcurrieron por tan increíble lugar, y eso que hubo un par de cuestas  que me dejaron un pelín tocado.

Por el kilómetro 18 me empezó a entrar una sensación de hambre que me llevó a pensar que me iba a dar una pájara y no terminaría bien la carrera. Pero ya faltaba muy poco e hice el último esfuerzo y llegué a la meta en una hora treinta y un minuto (según mi reloj) y nueve segundos más tarde según la organización.

Al termino, mi sensaciones fueron muy buenas, ya que había mantenido un ritmo bastante más fuerte que el de los entrenamientos,  4´19´´ de media  en los 21 km y pico.
He terminado en el puesto 75 de mi categoría y en el 281 de la general. Teniendo en cuenta que han llegado unos 2500 no está nada mal.


Al terminar  la carrera, una rubia y una morena, me dieron un fantástico masaje  en la carpa de los fisioterapeutas que hicieron que me fuese super relajado, pero con sensación de que al día siguiente las agujetas estarían presentes en muchos de mis músculos.

Después de la carrera,  fuimos a hidratarnos por distintos bares de la zona, todos llenos de corredores, y la gran mayoría bebiendo cervecita rica rica.  Yo me tome tres jarras de cerveza con limón que hicieron que se me quitase la sed, pero que me pusieron alegre justo antes de comer en casa de la tía de Rebeca.

Por la tarde al llegar a casa, siestecita reparadora para al día siguiente volver al trabajo.




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