Jugábamos contra un equipo que nunca se nos da bien, aunque considero que son bastante peor que nosotros.
El partido empezó bien, marcamos nosotros muy pronto, pero en seguida nos empataron e incluso se pusieron por delante con otros dos goles más muy pronto.
El descanso llegó entre cabreo de algún que otro compañero, pero tras convencernos que podíamos ganar, salimos al campo a comenzar el segundo tiempo.
Nada más comenzar marcamos de nuevo y cuando parecía que nos íbamos a meter en el partido, nos marcaron de nuevo.
Aunque parezca que no paro ni una, es todo lo contrario, paro bastantes, pero los muy mamones de mis compañeros, parecen de mi equipo (el Atlético de Madrid), no meten un gol ni al arco iris.
Tras un tiempo muerto que pedimos nosotros, el resultado era de 6 a 4, y aunque parecía difícil conseguir algún puntito, el milagro llegó. Tras una parada mía que saque al centro del campo, donde estaba un compañero que marco el 6 a 5. Nada mas sacar robamos la pelota y marcamos el empate. El estadio se caía, la afición gritaba a pleno pulmón y eso nos dio alas, así que tras hacer yo una parada de las guapas, salimos de nuevo al contraataque y marcamos el 6 a 7 a falta de un minuto para el final. Aunque no fue el último. Cerca del final del partido, el árbitro pitó un doble penalti que marcó Luis de fuerte zurdazo.
Buenísimo resultado que nos acerca a la zona alta de la tabla.
Según un compañero que sigue las clasificaciones por internet, si la semana que viene ganamos, nos colocaríamos en segundo puesto de la tabla.
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