OTRO MARATON TERMINADO

Este domingo he terminado mi septimo maratón....

En esta ocasión ha sido un maratón de montaña,   y  se ha corrido entre Covadonga y Cangas de Onis  con un desnivel acumulado de mas de 6.000 metros.


Ha sido una preparación bastante dura y larga, en la que Rebeca y yo, hemos recorrido muchos días la sierra de Madrid y cerros gallegos, y  otros tantos de series por distintos lugares: Galicia, Extremadura y Valdemoro.

El sábado a las seis  de la mañana salimos dirección Cangas de Onis, el viaje era un poco más largo de lo que yo creía, y tras hacer mas de 500 kilómetros, llegamos a eso de las   11.

Lo primero que hicimos para hacer tiempo para entrar al Hotel, fue irnos a visitar el santuario de Covadonga, aunque antes tomamos café y compré el primer décimo de lotería de Navidad el número es el _______, ja ja ja no lo voy a poner porque os daré envidia cuando veías  que me tocó....

Lo primero que vimos fue la capilla donde está la Santina, metida entre las rocas de la montaña y una especie de estanque del agua que cae de la sierra.

Luego subimos a la Iglesia  y la visitamos por dentro, a continuación, los distintos sitios que había por la zona; fuentes, monumentos, estatuas, varios restaurantes súper bonitos y los cientos de turistas que  había.

                                 

También vimos la escalinata, que subiríamos el domingo, ya en la carrera.

Tras la visita a Covadonga, nos fuimos a visitar un poco Cangas, hacer tiempo para la hora de comer y luego irnos al Hotel a dormirnos un ratito.

Por la tarde fuimos a recoger el dorsal a la plaza del Ayuntamiento  donde se veía ambiente de carrera de las buenas, con gente de un sitio a otro, con bolsas de corredor y pinta de buenos deportistas, je je je.... no había mucho triponcete.

Tras cojer el dorsal, nos fuimos de nuevo a recorrer el pueblo y a hacer alguna comprita de productos  asturianos; mmmmmmmm  ¡sidrina,  quesos varios , embutidos, fabes, anchoas, chocolates para mis hijas, etc, etc...

Sentados en una terracita en la orilla del río Sella, nos tomamos  un refresquito Rebeca y yo un tercio de Mahou 5 estrellas, para hidratarme cara a la carrera, viendo como un señor pescaba a mosca, que hace que me quede embobado, viendo como maneja la cola de rata......

Y a las nueve de la noche, estábamos metidos en la habitación del hotel intentando quedarme dormido, cosa que no fue nada fácil, ya que  el día había sido movidito, la comida muy abundante y los nervios previos a una carrera de estas características.....

A las seis menos cuarto sonó el despertador, había que bajar a desayunar a las seis, para después ir  a la estación de autobuses, donde nos recogería un bus de la organización para llevarnos a  "El Repelao", lugar de salida de la carrera.

Con Miguel Heras en la salida, que pena salió borrosa.

La carrera fue durísima, ya desde los primeros metros comenzó una fortísima pendiente que hizo que la gente y yo mismo comenzásemos a subir caminando.

Hasta el kilómetro trece fue casi todo cuesta arriba  y cuando había alguna bajada era súper técnica y daba bastante respeto...

Lo mejor de todo fue el ambiente por parte de la organización, los propios corredores, los voluntarios  cariñosisimos, los avituallamientos  geniales (agua, aquarius, melón, plátano, naranja, manzanas, sanwichs),  y que decir de los paisajes, ha sido de los sitios más bonitos por los que he corrido.

Yo he entrado en meta en el puesto 98 de la general, con seis horas 23 minutos.

Rebeca entró en 7 horas 9 minutos, la 12 de  chicas y 7 de su categoria, estoy muy orgulloso de ella, ya que ha terminado con mucha fuerza y  contenta con su gran logro.

Ya en meta, los dos nos hemos metido en la piscina de agua con hielo, para prevenir inflamaciones musculares, dentro del agua, a un chico se le han subido los gemelos y a sufrido unos dolores terribles, hasta que han venido los fisios a atenderle y aliviarle su dolor, ja ja ja, ha sido muy gracioso para nosotros, para el chico muy doloroso.

 
Después de la carrera, hemos disfrutado de una espicha en un hotel cercano, donde hemos charlado con muchisima gente, tanto de corredores, de la organización y distintos vecinos, voluntarios y gente super maja.

Nos han puesto de todo y super rico rico,:: sidra, cervecitas, refrescos, quesos de todos los tipos,  tortillas, patatas al cabrales, con mahonesa, empanadas, croquetas, bollos preñaos, jamoncito y al final del todo, han traído carros con fabada asturiana, ja ja ja que  merienda-cena me he pegado, juas juas juas, luego nos hemos bajado a Cangas a dar un paseito y tomarnos un helado.


El lunes ha tocado la vuelta a Madrid, con unas sensaciones buenisimas de un gran fin de semana, en  el que he disfrutado mucho de mi mujer y de una gran carrera.