viernes, 21 de octubre de 2011

PUENTE DEL PILAR 2.011

El miércoles 12 de octubre era el día del Pilar  y como todos los años me fui  a mi pueblo.

Es el día de apertura de la caza en Extremadura, así que había organizado  pasar cinco días de caza y pesca.

El miércoles a las ocho ya estaba en el bar desde el que salimos la gran mayoría de cazadores, aunque antes se desayuna  unas fantásticas migas extremeñas.


Tras un buen plato de migas, pimientos rojos  y ajitos fritos, salimos hacia la casa que tenemos en el campo.

A las nueve en punto comenzó la jornada de caza. Saldríamos alrededor de la casa, para irnos alejando poco a poco.

Al poquito de salir, mi perra realizó una puesta en unos rastrojos, del que salió  un conejo, tras dos tiros, el conejo parecía que se había escapado, pero al ver que la perra no venía, fui a buscarla. Me la encontré sentada con el conejo entre sus patas delanteras. Je je je comenzaba bien el año.

Esta es una liebre pero del domingo.
Tras meter el conejo en el chaleco, seguimos buscando  alguna liebre, aunque estas parecen que se resistían.

Mas tarde a mi tío le salieron dos rabonas prácticamente juntas, pero las dos se fueron a criar, ya que falló sus dos series de tres tiros.

A mi me salieron dos preciosas  perdices de cerca de una chumbera, pero estas se marcharon, un poco acojonadas, eso si.

El día lo dimos por terminado muy pronto, ya que hacía casi 35 grados de temperatura y el calor era asfixiante, con lo que ni los perros, ni nosotros podíamos más.

Después en la casita, comenzamos con el ritual del arroz con liebre, aunque este día lo cambiamos por conejo, ya que ninguno habíamos matado ninguna.

Tras dos botellas de sidra natural que había llevado yo, nos bebimos una botellita de ribera del duero que estaba rico rico,....

El jueves y el viernes, como no hay caza,  madrugué para acercarme al pantano de orellana, donde intentaría pescar un gran lucio del guadiana, que luego siempre pongo en libertad, para que sigan creciendo.


El viernes  llegué cuando aun no había amanecido, asi que pude disfrutar de un impresionante amanecer en uno de mis lugares favoritos de Extremadura, mi pantano de Orellana.

Al poco rato pico un lucio mas o menos como los del día anterior, se ve que en aun los grandes no estan con muchas ganas de comer.

 
El domingo volvi a salir de caza con mi tio, pero en esta ocasión tuvimos algo mas de suerte, ya que matamos una liebre cada uno.

La primera fué la mia y serían sobre las 10 de la mañana, esta me salió practicamente de los pies y tras dejarla correr un poco, la abati de un solo tiro.

Mi tío  cayo la suya al ratito en un rastrojo donde el animal estaba acostado, tras verla en su cama, la hizo salir corriendo para matarla  de un certero disparo.

A mi después me salió un conejo que falle y ya  llegando a la casita, la perra se paró  de golpe, para avisarme que ahi había una pieza de caza.  De repente una nueva liebre salió corriendo y me perra en su persecución, asi que tire dos tiros y se escapó..... ja ja ja, hay que dejarlas que se escapen algunas para que puedan criar.

Y tras el merecido arroz con liebre en la casa familiar, partí hacia Madrid, donde me esperaba Rebeca y las niñas, ya que me había ido solo con mi madre.





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