jueves, 7 de abril de 2011

GRAN PREMIO DE JEREZ 2.011.

Este fin de semana, he disfrutado de las carreras de motociclismo que se han disputado en Jerez de la Frontera.

Habíamos quedado en la gasolinera del Toro en Valdemoro a las siete y cuarto.

A las siete de la mañana estábamos Rebeca y yo  entrando en la gasolinera, para repostar  y tomarnos un café calentito.   Pudimos comprobar que  Miguel ya estaba allí esperándonos preparado para comenzar nuestro nuevo viaje en moto.
Así que salimos dirección Jerez en una mañana algo fresca.

Parada en el Oasis  en Córdoba.

La primera parada fue  en Valdepeñas, donde pasamos por numerosas bodegas conocidas.

 Tras repostar los depósitos y bebernos un cafetito bien calentito, seguimos nuestro camino, esperando la llegada de despeñaperros, donde hay que ir con mucho cuidado por  las curvas peligrosas y los numerosos radares.

La siguiente parada que íbamos a hacer, era Córdoba, en lo que llaman " un Oasis", lugar de reunión y descanso para los moteros que vamos en ruta dirección el gran premio.

Es la primera vez que paro en un lugar de estos, y la verdad es que está genial. Tienen música para animar a los  motoristas, ofrecen bebidas tipo Red Bull, taller de reparación de ruedas y un  estand, donde  regalaban camisetas  muy chulas de recuerdo, al presentar un cupón de una revista de motociclismo. Yo tengo la mía de la talla  S.

Parada  en Sevilla.

Tras almorzar un bocada y una cocacolita, continuamos para cruzar Córdoba y unas cuestas con numerosas curvas muy divertidas.

Sin darme apenas cuenta, estábamos cruzando Sevilla,  ciudad en la que  hay muchisimo trafico, en especial en la SE-30...

En la autopista de peaje que va a Cadiz, hicimos una nueva parada, en la que se puede ver la cara de alegría que teníamos Miguel y yo, ya que la llegada estaba más cerca y el sol nos acompañaba y daba calor, momento en el que hubo que dejar ropa de abrigo en la mochila.


De aquí salimos dirección al Aeropuerto de Jerez, donde recogeríamos a la mujer de Miguel, que había decidido  venir en avión para no chuparse los 700 km  en moto, como hizo Rebeca.


Una vez que salió Paqui de recoger la mochila, salimos  hacia Chiclana donde teníamos reservado el Hotel del pasado año y donde comeríamos en la  Marisquería  " El Manguita".

El sábado fuimos a los entrenos al circuito, y como en todas las carreras, la imagen del parking  llenito de motos, impresiona.  Llegamos pronto e hicimos las típicas compras de camisetas, gorras y recuerdos del gran premio.
 Mi chica se compró una camiseta de Valentino Rossi, que le queda  expectacular, aunque por desgracia no pudo lucirla el domingo por la lluvia.

Después de los entrenamientos, fuimos a dar una vuelta por el Puerto de Santa María, donde pudimos ver el ambiente  motero de la zona.
Alli fuimos a los típicos sitios que solemos ver en televisión  y comprobar como desfasa la gente, tanto bebiendo como haciendo alguna que otra burrada.


Por la tarde, ya en el Hotel, tocó paseito por la playa de la Barrosa, donde no me pude bañar como cada vez que voy a algún sitio de playa, por que estaba un poco nublado y hacía bastante aire.

El mar estaba muy bonito, con   preciosos colores tanto del cielo como del agua, que nos animó a pasear durante mas de una hora, mientras esperábamos a que llegase la hora en  la que habíamos quedado con toda la tropa para cenar juntos en el Manguita.

Por la noche empezó a llover  sobre las siete de la mañana, confirmando la previsión meteorológica que nos había dado el amigo Miguel.  Así que preparamos los trajes de agua antes de salir para el circuito a ver las carreras que tendrían lugar sobre las 11 de la mañana.

Las carreras estuvieron bastante accidentadas, con numerosas caídas debido a la lluvia, cosa que hicieron que fuesen entretenidas, aunque algo incomodas para nosotros que estábamos mojandonos.
Vimos como Jorge Lorenzo ganaba la carrera, seguido por  un Dani Pedrosa con algo de suerte, ya que todo el que le adelantaba, se iba al suelo.

Al final de las carreras, El Rey entregando los trofeos e intentando que ambos pilotos se den la mano  y sean buenos amigos, je je je.



El lunes a eso de las ocho y media, salimos del Hotel en dirección  a una gasolinera cerquita del circuito de Jerez, donde habíamos quedado con Miguel , tras dejar él a Paqui en el aeropuerto.  Nosotros tres regresaríamos en moto, disfrutando, en especial yo, del regreso a casa.

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