Tras correr la media maratón de Madrid, y hacer mi mejor marca personal en 1h 29m 14s, y a petición del entrenador José España, me he tomado una semana de descanso, que coincidía con mis vacaciones de semana santa.
Tan solo tenía que rodar 30 - 40 minutos tres días de la semana pasada.
Como me iba a mi pueblo en esta ocasión, correría por los caminos extremeños que tanto me gustan, rodeado de encinas, olivos, viñas, algún que otro puente y como no, el río Ortiga.
También pedí permiso para empezar a montar en bici, ya que el tiempo comienza a ser mejor y los días son más largos, así que metí las bicicletas en la furgo y fueron para Extremadura.
Solo hemos salido dos días con la bici, y otros dos a correr, ya que hemos estado currando tres días, pintando la casa.
También a habido tiempo para comidas familiares, en la que he echado muchisimo de menos a mi tío, con el que tan buenos ratos he pasado en nuestra casilla en el campo, a sido un homenaje hacia él, preparar una paella para unas 18 personas entre primos, tíos y demás familia.
El cocinero normalmente era mi tío Damian, y en esta ocasión y por primera vez, le he sustituido yo, no ha salido tan rica como la que él preparaba, pero no estaba mala.
La entrada y el primer momento en la casa, a sido un poco duro, se me han venido muchos recuerdos y se me ha caído alguna lagrimilla, pero enseguida llegó mi madre para animarme un poco y recordarme lo mal que lo están pasando sus hermanos....
El domingo a medio día salimos en dirección Madrid y tras un poco de trafico, llegamos a eso de las siete de la tarde.
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